El corazón de las tinieblas.
Unas figuras negras gemían, inclinadas, tendidas o sentadas bajo los árboles, apoyadas sobre los troncos, pegadas a la tierra, parcialmente visibles, parcialmente ocultas por la luz mortecina, en todas las actitudes de dolor, abandono y desesperación que es posible imaginar.
Una cosa grande apareció en el aire delante del postigo, el rifle cayó por la borda y el hombre retrocedió rápidamente, me miró por encima del hombro, de una manera extraña, profunda y familiar, y cayó a mis pies.
De pronto, tras una esquina de la casa apareció un grupo de hombres, como si hubieran brotado de la tierra.
0 Comments on EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS de Joseph Conrad as of 1/1/1900
Add a Comment